El policarbonato se desarrolló en la década de 1970 para aplicaciones aeroespaciales y actualmente se utiliza para las viseras de los cascos de los astronautas y para los parabrisas de los transbordadores espaciales.
Los lentes para gafas hechos de policarbonato se introdujeron a principios de la década de 1980 en respuesta a la demanda de lentes ligeros y resistentes a los impactos.
Desde entonces, los lentes de policarbonato se han convertido en el estándar para las gafas de protección y las gafas deportivas.
La mayoría de los demás lentes de plástico se fabrican a partir de un proceso de moldeo por fundición, en el que un material plástico líquido se cuece durante largos periodos, y este plástico después se solidifica para tomar forma de lente.
En cambio, el policarbonato es un termoplástico que comienza como un material sólido en forma de pequeños gránulos. En un proceso de fabricación de lentes llamado moldeo por inyección, los gránulos se calientan hasta que se derriten.
Cuando la protección de sus ojos es la prioridad en las labores, los lentes de policarbonato suelen ser la mejor opción para sus gafas de protección.
Los lentes de policarbonato son más delgados y ligeros que los lentes de plástico normales. Además, ofrecen una protección del 100 por cien contra la dañina luz ultravioleta del sol y son hasta 10 veces más resistentes a los impactos que los lentes de plástico o vidrio.
Esta combinación de comodidad ligera, protección contra los rayos UV y resistencia al impacto también hace que estos lentes sean una excelente opción para las gafas de protección.
Los lentes de policarbonato proporcionarán una visión más clara y cómoda si se les aplica un revestimiento antirreflejos. El revestimiento antirreflejos elimina los incómodos reflejos de los lentes, que pueden interferir con la visión, particularmente al conducir de noche o en otras condiciones de baja iluminación cuando hay fuentes de deslumbramiento.