De los EPP más elementales y necesarios para cualquier trabajo industrial o de manufactura pesada, El Casco de Protección personal, es sin duda el más necesario, recurrente y además visual al momento de darnos cuenta que estamos en un sitio de trabajo de alto riesgo. Este importante elemento de protección, sufre desgaste y pierde sus propiedades de protección por el uso continuo del mismo, pero con ciertos cuidados y un mantenimiento regular. podemos extender por un buen tiempo su vida útil.
¿Qué cuidados debo tener con el casco de Seguridad?
La mayoría de los casquetes de los cascos de seguridad son de materia plástica. En condiciones normales esta materia plástica se altera muy lentamente; sin embargo, las siguientes acciones pueden acelerar la reducción de la función protectora del casco, especialmente cuando se trata de materiales termoplásticos:
- Acciones químicas muy fuertes.
- Calor y frío.
- Radiaciones UV.
- Acción mecánica recurrente
el saber donde colocar y guardar los cascos de seguridad además de elegirlos bien dependiendo de la función y el entorno donde desempeñará su función, es fundamental para poder conservar sus propiedades protectoras. la principal recomendación es elegir un lugar seco y a la sombra para guardarlos al momento de no utilizarlos
Recomendaciones para el mantenimiento
Los cascos fabricados con polietileno, polipropileno o ABS tienden a perder la resistencia mecánica por efecto del calor, el frío y la exposición al sol o a fuentes intensas de radiación ultravioleta (UV). Si este tipo de cascos se utiliza con regularidad al aire libre o cerca de fuentes ultravioleta, como las estaciones de soldadura, debe sustituirse al menos una vez cada dos años.
En todo caso, el casco debe desecharse si se decolora, se agrieta, desprende fibras o cruje al combarlo. También debe desecharse si ha sufrido un golpe fuerte, aunque no presente signos visibles de haber sufrido daños.
La limpieza y desinfección son particularmente importantes si el usuario suda mucho o si el casco deben compartirlo varios trabajadores. La desinfección se realiza sumergiendo el casco en una solución apropiada, como formol al 5% o hipoclorito sódico.
Los materiales que se adhieran al casco, tales como yeso, cemento, cola o resinas, se pueden eliminar por medios mecánicos o con un disolvente adecuado que no ataque al material del que está hecho el armazón exterior. También se puede usar agua caliente, un detergente y un cepillo de cerda dura.
Los cascos de seguridad que no se utilicen deberán guardarse horizontalmente en estanterías o colgados de ganchos en lugares no expuestos a la luz solar directa ni a una temperatura o humedad elevadas.